Abraham, líder en potencia de ir por detrás, como ha demostrado más de una vez, vuelve a hacer de las suyas contando, al segundo de llegar al trabajo, que Clavelito se había liado con la novia del jefe. La relación entre Clavelito y el jefe a lo largo de la mañana es como la faja de Nicki Minaj, muy tensa, con que decide hablar con él, preguntarle si le pasa algo. Quedó en nada, y otra vez que nos quedamos con ganas de trifulca.Por la noche hacen una fiesta de disfraces, la oportunidad ideal para que Abraham confiese que no le gusta disfrazarse y ser el primero en vivirlo cuando se pone ropa de mujer. Arantxa iba sublime con su traje de conejita, por no hablar de Labrador y su espectacular "gato cogiendo un pez". Me he tomado la molestia de transcribir cómo Arantxa canta Boys will be boys de Paulina Rubio: "Don tes mi BOYS, agüachumene BOYS, aloninaninana... BOYS".
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